Sumado a que ya el tricolor tenía una envidiable plantilla el año anterior, para este año se aseguró las incorporaciones de Diego Codina y Damián Baptista. Las últimas dos temporadas el Campeonato Uruguayo había sido obtenido por otros clubes, y para el 2008 el bolso no clasificó a la Libertadores, lo que significaba un desafío grande regresar al sitial máximo del futsal charrúa.
Y Nacional lo logró. Con trabajo y capacidad en todas sus áreas, los dirigidos por Gustavo Sánchez merecidamente se quedaron el título. (No me olvido del fallo pendiente) Después de las dos primeras caídas ante Victoria y Old Christians por la 1ª y 2ª fecha del Apertura, el Campeón no perdió más. Empató dos veces con Victoria en el Cilindro y con Río Branco en la frontera, y no terminó de jugar frente a Peñarol por los incidentes cuando iban 0 a 0.
En la valía de los jugadores estuvo la clave del éxito, pero a su vez el papel que asumió cada uno de ellos dentro de un plantel supercompetitivo, adaptandosé a la idea del técnico de rotación constánte y a la realidad de quizás jugar menos minutos de los que cada individualidad merezca.
El trabajo defensivo fue de menos a más en la temporada, y con un equipo jóven, liviano, y que tiene un excelente estado físico en base a la cantidad y calidad de entrenamientos que tiene por semana, pudo ejecutar marca a presión o esperando atrás contra cualquier rival y con igual efectividad. Por supuesto, respaldado por un gran arquero, que vuelve a confirmar la regla de que tener uno, es ítem indispensable para salir campeón en el futbol sala. Codina fue el menos vencido y además aportó su cuota de experiencia al ser el más grande en edad. Luego, varias figuras a destacar. Diría muchas, y eso fue lo que a lo largo del año inclinó la balanza definitivamente para el bolso. En distintos momentos y partidos, diferentes jugadores aparecieron para desnivelar. Hasta el último segundo de cada encuentro, el gol de Nacional podía venir por la inspiración de alguno, aunque ese mismo hombre no hubiera jugado bien en toda la noche(Ej: contra Victoria en Cilindro, VS. Río Branco, o ante Old en Colonia)
Como líder de este equipo sin dudas mencionar a Juan Custodio. El salteño tuvo su año de despegue definitivo. Incontrolable en el uno contra uno. Inteligente para manejar situaciones de partido. Lee muy bien el juego cuando tiene la pelota y cuando no. A los 23 años, asoma un terrible jugador que ya mostró sus cartas en el Mundial donde fue el mejor celeste.
Como líder de este equipo sin dudas mencionar a Juan Custodio. El salteño tuvo su año de despegue definitivo. Incontrolable en el uno contra uno. Inteligente para manejar situaciones de partido. Lee muy bien el juego cuando tiene la pelota y cuando no. A los 23 años, asoma un terrible jugador que ya mostró sus cartas en el Mundial donde fue el mejor celeste.
El premio al jugador de rol del año, lo ganó por afano Pablo Lanza. Casi un 100% de eficacia defensiva. Si a Codina le hicieron pocos goles, no es sólo porque Codina es bueno, sino porque el jóven líbero evita un sin fin de remates, o bien incomoda a los ejecutantes. Lanza, se ganó un lugar definitivamente en Nacional para rato.
También fue importantísimo el trabajo de Jorge Rodríguez. Un jugador que creció de manera increíble. Ya lo había hecho en el 2007 donde dejaba de ser el "habilidoso" que jugaba en Bella Vista. Éste campeonato lo vio exhibir una evolución mayor aún, sobre todo en el aspecto defensivo, donde su sacrificio y velocidad lo hicieron determinantes. Con la pelota lo de siempre, genera chances y factura seguido y con clase (clásico, Mundial, Finales)
En el pivot, Sánchez tuvo un abanico de variantes, y la que más terminó convenciendo, por lo menos para inicar los partidos, fue Francisco Abelleira. En su primer año en primera, fue otro que pegó el salto de calidad. Además de postearse como pocos aprovechando su corpulencia física, le suma inteligencia para moverse y un potente remate que supo explotar en las sextas faltas. Otro hombre que ocupó el puesto de pivot y vaya si aportó lo suyo fue Diego Garrido. Más desde el uso del cuerpo, las mañas, el hecho de ser zurdo y la experiencia de ya muchas batallas, el 8 fue un arma que lastimó en los momentos más trascendentes. Clásico del Apertura, y en los tramos finales de los tres partidos con Río Branco, en todos anotó los goles que desequilibraron el score. También Carlos Pérez jugó la primera mitad de año en esa posición y participó de muy buena forma de la dinámica de equipo.
Por si todo lo mencionado hasta ahora fuera poco, nos quedan por destacar las actuaciones de Jorge Sena, Damián Baptista, Sergio Chacón y Mauro Ruiz, quienes también cuando ingresaron permitieron que el nivel del conjunto no decaiga. Sobre todo un Baptista cada día más equilibrado, asumiendo responsabilidades y que puede rendir en cualquier puesto.
Si habrá tenido plantel Nacional que Mauro Ruiz, después de jugar el Mundial, sólo participó de los partidos de su categoría; y que una gran individualidad como el ecuatoriano Henry García no pudo ganar minutos.
José Gómez, Darwin Ruiz y Damián Olivera completaron el elenco de los presididos por Miguel Garrido, que con recambio de figuras y ambición de triunfos, parece haber logrado la renovación para volver a ser el gran equipo de nuestro medio. En Primera, todos los pensaban, y finalmente se dio: Nacional arrasó.
Nacional tiene un buen equipo, nadie lo va a negar, pero si los jueces no jugaban a su favor -para variar- en el partido de Colonia (el que diga lo contrario es porque tiene un termo en la cabeza) el título estaba en el oeste.
ResponderEliminarGroso el titular de Garrido en el Diario el pais, tratando de animales a los barrabravas QUE LLEVÓ EL al clàsico de Canelones. le faltó algún "(?)" al titular ese.
De acá para abajo debutaron todos con Igor Moreira.