LA OTRA CARA (1ª parte)

Asunción del Paraguay
IGUAL QUE SIEMPRE
La capital del país hermano mantiene sus rasgos característicos incambiados. Recorra junto a El Show del Futbol Sala lo que sucede afuera del gimnasio.

Paréntesis de una semana para el frío comienzo de invierno uruguayo. Asunción nos recibió con días plenos de calor, temperaturas que nunca bajaron de los treinta grados, incluso en las noches, que se podían soportar de manga corta perfectamente. El centro de la ciudad y sus barrios aledaños tienen muchos puntos de contacto con Montevideo. El estilo de las calles, el andar de la gente, la conjunción de plazas, comercios, edificios públicos, el tránsito (un poco más alocado que en nuestro país) hacen de Asunción una capital sencilla, que sin mostrar signos de modernidad, tampoco llega a mostrar decadencia en su perfil. Artesanos, músicos, vendedores de chipas y jugos, una buena cantidad de lustrabotas.. todo en las veredas. Ya en la zona del mercado 4, un sinfín de feriantes uno pegado al otro, repletan varias cuadras al estilo "techitos verdes" y puestos callejeros como en el Paso Molino. Comidas al paso en cualquier recoveco, ropa, mates y termos, la electrónica de dudoso orígen y bajo precio, todo el día lleno, a pocos minutos de la terminal, otro lugar que parece haber quedado en años pasados, donde un local de cambio de moneda es un simple kiosko de madera sin tabla de monedas del día. Precisamente, los cambistas están a la orden del día en varios lugares de la ciudad, y aparecen ofreciendo "buen cambio", exhibiendo un buen maso de guaraníes en la mano. El valor de la moneda paraguaya es generalmente favorable para un uruguayo. Un dolar son cinco mil guaraníes aproximadamente. Comer, salir, tomarse a un taxi, cuesta solo un poco menos que lo que puede salir en Montevideo. A la hora de comprar, sí podemos encontrar diferencias muy favorables. Los famosos Outlets de la calle Palma, muestran en vidriera calzado deportivo (del que ni llega a nuestro país) a precio accesible, así como indumentaria deportiva abundante.

Los Mall (como se les dice a los Shopping por acá) son también constante punto de visita y entretenimiento, sobre todos los fines de semana. En especial el Excelsior, ubicado a una cuadra del hotel donde se alojan las  delegaciones, y donde se brinda el almuerzo y la cena para los equipos y la organización. La clásica plaza de comidas, los juegos para los chicos,el cine, el pool que visitan los alumnos de liceos privados de la vuelta.
A menos de quince minutos está casi todo, las canchas de los equipos (tanto de futsal como de once), los pubs con karaoke (porque si no tienen karaoke no son paraguayos), los museos históricos. Eso sí, la cancha  oficial del torneo no era cerca. El micro que traslada a los clubes al Polideportivo de la Secretaría Nacional de Deportes, demoraba una media hora a la ida, y un poco más al regreso, coincidiendo con la hora pico.
Un gran escenario dentro de un predio que también contiene lugares de entrenamiento para otras disciplinas. El gimnasio tiene una capacidad para 6 mil personas, un parquet de 40 x 20 amplio, donde se viene preparando la selección paraguaya para el mundial de Thailandia. También se estuvo disputando a la par del Sudamericano de Futbol Sala, un torneo nacional de basket juvenil femenino, que era trasmitido por la televisión en las noches. Lo otro alejado del centro es el edificio, sede y museo, de la Conmebol. Yendo para Luque, casi en los accesos a la ruta, encontramos esa suntuosa construcción, rodeada de grandes fuentes de agua, con un hotel 5 estrellas pegado a la misma, y con el entorno de un gigantesco parque donde lucen varias banderas de cada una de la federaciones de Sudamerica. El museo es un minuicioso paso por la historia del fútbol desde principios del siglo XX. Las selecciones, los clubes, las distintas competiciones, las copas exhibidas.. no falta nada, y todo expuesto con lujo y color. Una Conmebol legítima, que para ese tipo de cosas, no se fija en gastos.
Contrastante glamour con el típico señor que vende los lentes y relojes sin parar en la puerta del hotel. Pero siempre con respeto y educación. Así es está Asunción. Igualita.