EL AFTER

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Con el 4-4 del clásico sub 17 jugado el sábado, quedamos a tan solo un alargue de terminar esta eterna, desgastante, y segmentada temporada, que una vez más, decidirá su futuro en los escritorios. Podrán los tribunales devolver la definición a la cancha, donde 10 minutos restaban por jugarse cuando el encuentro fue suspendido por considerar los árbitros que hubo reiterada invasión de la gente de Nacional. En caso de determinarse que se dispute esta prórroga, el equipo tricolor contará solo con cuatro jugadores para la misma. Si logra la victoria y estira la serie a un tercer partido, para el mismo solo contará con cinco o seis jugadores. La otra posibilidad es que se de el partido por terminado, y por lo tanto el triunfo quedaría para Peñarol. Para eso, desde hoy en la tarde comenzarán en la AUF un sin fín de presentación de cartas de un lado y de otro, llamados, presiones, etc.
La rivalidad es tal (y no solo la del clásico en sí) entre las personas que integran hoy los cuerpos técnicos y dirigenciales de los grandes, que se llega a este extremo. Dejar que los campeonatos se terminen de jugar en las oficinas. Vale más el no otorgarle la posibilidad del festejo al rival, que culminar una competencia deportiva en forma honrosa. Esa es la realidad. Imaginese este escenario: los tribunales dan ganador a Peñarol. Los pibes se quedan sin vuelta. Nacional no fue derrotado en cancha, y encima con el aliciente de que jugaba con cuatro. Si esto pasa, los únicos a los que habría que aplaudir sería a los muchachos, a los que en ningún momento se les pasó por la cabeza tirar la toalla. Segun supimos, el deseo de retirar el equipo desde filas tricolores, ya surgió con las expulsiones de Gonda y González, cuando el score estaba 4-1 a favor, pero el mismo se concretó cuando Peñarol empató 4-4, a poco menos de tres minutos para el final.
Si se resuelve jugar el alargue, sin duda aparecerán las condicionantes. Primero, Nacional no quiere a la dupla de jueces. Ya no la quería antes del partido. Que se cambie la designación es imposible por reglamento. Segundo, el tema seguridad. Que no nos extrañe que se solicite jugar a puertas cerradas, dejando nuevamente a las familias afuera de los festejos, sea para el lado que sea. Tercero: la fecha. Ahora los grandes viajan, lo cual da un poco de aire a la situación. Pero sabemos que los tiempos de los tribunales son otros. Nacional estaría regresando de Paraguay el 2 del mes entrante, lo que tampoco da mucho márgen
si es que la Liga quería iniciar el sábado 4 de junio. Tiene que haber entrega de premios, y por supuesto, período de pases. Estamos ante otra gran incógnita de nuestro futsal, que se comenzará a develar esta semana en la Asociación.
Por otro lado, los árbitros. Otra vez en la mira. La polémica instalada por las 4 expulsiones de Nacional, por retirar a gente de la tribuna, y por supuesto, por la suspensión del final. Nosotros ya hemos comentado algo en la crónica, y nuestra puntuación se basa en lo actuado durante el juego. Es cierto, de movida nomás, Bentancor (sobre todo) y Hartwig marcaron la línea del arbitraje y esta fue "Castrillista".  Duro, reglamentarista al máximo y sin miramientos de colores de camisetas, situaciones extra juego.. nada. Las tarjetas, uno las analiza una por una y podrá discrepar en una sola de las tantas que se mostraron. Con las faltas lo mismo, quizás se omitió una a favor de Nacional donde dejaron seguir y debían acumularla luego. Pero en el global, los jugadores expulsados dieron razones a la dupla para hacerlo, incluso en las dos rojas directas (Colina y Medero)
Ahora, la decisión final, careció de sentido comun y coherencia. Lo que reclamamos muchas veces del referato uruguayo. Aquí, no se flexibilizaba el reglamento si no se suspendía. Acá los veedores no iban a decir nada sino se suspendía. ¿Porqué? Simplemente por que no podemos rotular el ingreso de las dos, tres personas de Nacional en el intervalo como invasión. Una situación controlable, con los dos equipos dispuestos a seguir, y en definitiva se optó por el extremo contrario. Error gigantesco.
Con respecto al juego, en general fue chato y con deficiencias tácticas importantes, pero para este análisis no debemos olvidar todo lo que se genera desde afuera y no deja de influir de cierto modo en gurises de 17 años o menos. A destacar, en Peñarol el mejor era el arquero Gonzalo Colina hasta que vio la roja. De los de cancha, otra vez Quiroga marca la diferencia teniendo en cuenta la ecuación minutos=rendimiento. Veneroso fue de menos a más al igual que en la primera final, y Rodrigo Laulhe no deja de ser importante en con su cuota de gol.
Por Nacional, Mathías Fernández en el arco tuvo una tarde grandiosa. En cancha, Leandro Ataides jugó para 10, imparable, inteligente y un león en la marca. Fabricio Fernández también tuvo un partido tremendo, incansable. Federico González venía haciendo todo bien en el líbero, pero se le salió la cadena, y en una obvia e indebida reacción, se hizo sacar la 2ª amarilla y abandonó el rectángulo cuando era figura.
Al fin y al cabo, todavía no tenemos campeón de sub 17, y por lo tanto no ha finalizado el 2010. ¡Un campeonato de casi un año y medio! Si no es para Ripley, es para el Guiness...
Por último mencionar el amistoso que disputaron Universal y Vramian en Scuola Italiana, un rato después de la final inconclusa. El equipo del Paso Molino se impuso por 5 a 3, y luego se dirigió en bloque a su sede para la presentación del plantel 2011, y el lanzamiento de la temporada junto a sus hinchas.