LA CIUDAD

Y la verdad que no parece Brasil. Rodeada de cerros, sin playas y casi sin aparición del sol a pleno, así es Jaraguá do Sul, según la otra cara de elshowdelfutbolsala.

Para darles una idea de como ha crecido esta ciudad últimamente, basta decir que es la de mayor desarrollo demográfico del Santa Catarina y el sur de Brasil en los últimos años. La industria es el caballito de batalla de Jaraguá. Liderada por la textil, donde obviamente se destaca la Malwee, que da trabajo a seis mil personas aquí. El desempleo tiene de los porcentajes más bajos del país, un uno por ciento, lo que habla de 14000 personas desocupadas sobre las 140 mil habitantes. Debido a esto el nivel de vida es muy bueno, casi la mitad de los mayores cuentan con automóvil (cada crema) Esto a su vez aminora el servicio de taxis. En la noche no habrá más de seis en toda la ciudad (todos amigos ya) La inseguridad casi no existe. Si bien la policía patrulla con frecuencia las calles, muy pocas casas se muestran impenetrables y la sensación es de que todo es muy tranquilo. Tan tranquilo que a la noche parece un pueblo fantasma. Los vehículos que transitan a la medianoche se cuentan con los dedos de una mano. Ni un bar abierto, ni un ruido más que el del tren, ni una persona en cuadras y cuadras. Acá se dice que porque es una ciudad de trabajadores, después de las 9 de la noche, ya nadie sale de su casa. Casas todas muy bonitas y con un estilo alemán, tal cual los primeros habitantes de esta zona donde también los húngaros le dieron a Jaraguá do Sul ese aire europeo que también se nota en la arquitectura de sus iglesias y edificios históricos. Es más, las calles llevan en su gran mayoría nombres de teutones.
Para comer y para subsisitir no parece ser muy barato, al menos para los turistas. Lo que encontramos más económico fue un spetto donde se come bien, cerca del Arena, y cuesta 8.50 reales el ticket incluyendo bebida chica. Unos 90 pesos uruguayos. Pero fuera de ese lugar los bolsillos empiezan a temblar. Una cerveza en lata (Skol, Brahma) alrededor de 3 reales (más de 30 uruguayos), un taxi con un viaje de diez minutos te cobra unos 15 reales (160 pesos!!), una porción de papas fritas 9 reales (100 pesos, se sarparon) Y todo así.
Pero bien, a pesar de la humedad, el clima inestable y los repechos que hay que subir para llegar al Arena... se pasa bien. Habrá más noticias para este boletín.